Uno de los desarrollos que caracterizan nuestra vida cotidiana y que marcan a la sociedad actual son los procesos que involucran la comunicación a distancia, la comunicación inalámbrica. Nuestro país, depende de los servicios que las transnacionales ofrecen en materia de comunicación, producto del rezago tecnológico en que nos han sumido las políticas seguidas en materia científica en el país.
Lo paradójico, es que la comunicación inalámbrica como tal, fue desarrollada primeramente en México, antes que en cualquier otro punto del mundo y, específicamente en la ciudad de San Luis Potosí, por el físico potosino Francisco
Javier Estrada Murguía.
Barbaján y su paso por Física
Miguelito, Miguel Alvarado Alejo, estuvo ligado al devenir de la historia de la Escuela de Física y posteriormente del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Esta relación se extiende a casi cincuenta años en las que escribió innumerables momentos de camaradería y alegría.
El tan pregonado espíritu universitario, que bien podríamos sintetizarlo en compromiso, responsabilidad, entrega, amor a la institución, respeto a los compañeros y dignidad en el trabajo, aunado a la capacidad y pasión en lo que se hace, por el bien de la comunidad y de la institución, luego, dista mucho de lo que se logra observar en el entorno universitario. Un ejemplo, de esta desviación del espíritu universitario, ha sido la postura y actuar de autoridades de la facultad de ciencias que han desfilado en los últimos veintiocho años; si bien existen muchos ejemplos en nuestra universidad, los más evidentes corresponden al ejemplo citado.
Nuestra generación creció en la llamada era espacial, donde los esfuerzos por conquistar el espacio se hicieron comunes y, no solo eso, nos proporcionó el uso de desarrollos tecnológicos derivados de esos esfuerzos, que ahora resultan comunes para las nuevas generaciones, sobre todo los niños.
Yo el primero entre muchos mexicanos imité el espectáculo ya visto de alzarme al éter con ligera barca y navegar del aire los abismos.
J.M. Balbontin, 1839
A través de varios experimentos, indicados de forma general y dejando abiertas las explicaciones y extensiones de los mismos, recorremos conceptos muy básicos asociados a la propulsión de cohetes, así como al principio de microgravedad; con ello abrimos la puerta para que los niños y jóvenes puedan introducirse al campo de experimentación en microgravedad y puedan hacer planteamientos que eventualmente se realicen en los vehículos suborbitales en su modalidad de Laboratorio de Microgravedad, en el Puerto Espacial Cabo Tuna.
Este cuaderno está dirigido a los niños. Presenta la historia de tres niños potosinos en diferentes épocas, donde se describen acontecimientos reales y de ficción. Dos de los niños son reales, Gustavo y Abril; Fidel es un personaje creado que pretende representar al niño del campo del semi desierto potosino. Los tres son atentos escrutadores del cielo que son atraídos por las luces que lo iluminan.