Los químicos del siglo XVIII sostenían la presencia del flogisto como responsable de la combustión de los objetos, se decía que al arder los objetos perdían flogisto, por lo que, el flogisto era una sustancia que formaba parte de los cuerpos combustibles.
Tal era el estado del arte en la química, cuando el joven potosino José Mariano Ignacio de Santa Elena Jiménez Maldonado, mejor conocido como José Mariano Jiménez, estudiaba en el Real Seminario de Minería, la primera casa de las ciencias de América, para ser perito facultativo minero.
José Mariano Jiménez y Miguel Álvarez Ruiz, fueron alumnos en 1797 de Fausto de Elhuyar en el primer curso de química que se impartía en el continente americano, utilizando el Tratado Elemental de Química de Lavoisier traducida al español en el Real Seminario de Minería.
Lindner presidió por primera vez el acto público de los alumnos, en donde Mariano Jiménez y Álvarez Ruiz demostraron que el aire y el agua eran sustancias compuestas, que la teoría del flogisto era falsa.
El estudio presentado por Mariano Jiménez y Álvarez Ruiz, contribuía a esclarecer los principios de la combustión y la composición de los cuerpos, pues aún en esos años algunos químicos seguían apoyando la teoría del flogiston y la aseveración que el agua no era una sustancia compuesta.